Las revisiones periódicas son esenciales para garantizar que los audífonos funcionen correctamente, el paciente esté satisfecho y la relación clínica se fortalezca. Además, bien gestionadas, las revisiones son una oportunidad de fidelización, upselling y captación de referidos.
1. Establece una frecuencia clara y adaptada La mayoría de fabricantes recomienda revisiones cada 6 o 12 meses. Puedes adaptar según:
- Edad y destreza del paciente
- Nivel de pérdida auditiva
- Tecnología del audífono
- Necesidades sociales o profesionales
2. Crea un calendario automatizado Usa software clínico o herramientas de CRM para programar revisiones desde la primera visita. Así evitas olvidos y mantienes contacto constante.
3. Informa al paciente desde el inicio Deja claro desde la entrega que tendrá revisiones programadas. Esto da valor al servicio y reduce cancelaciones futuras.
4. Usa las revisiones para revisar satisfacción y detectar oportunidades Evalúa el uso real del audífono, posibles ajustes, dudas del paciente y nuevas necesidades (accesorios, renovación, segundo oído).
5. Agradece y recompensa la constancia Puedes ofrecer descuentos en filtros o pilas a quienes no falten a sus revisiones o dar preferencia en agenda a pacientes frecuentes.
Las revisiones son más que una obligación técnica: son un vínculo con el paciente. Bien gestionadas, refuerzan la fidelidad y la percepción de profesionalismo.