Delegar no es perder control: es ganar tiempo para lo que realmente importa. En un centro auditivo, muchas tareas pueden ser gestionadas por otros si tienes el sistema adecuado. Aquí te enseñamos cómo dar el paso.
1. Identifica lo que solo tú puedes hacer Ejemplo: evaluaciones clínicas, adaptación protésica, decisiones estratégicas. Todo lo demás es delegable o automatizable.
2. Crea protocolos simples para tareas repetitivas Recepción, llamadas de confirmación, envíos de presupuestos, limpieza de audífonos… Si hay un paso a paso escrito, otros pueden hacerlo igual de bien.
3. Forma a tu equipo con ejemplos reales No basta con explicar: deja que te vean, que practiquen y que te pregunten. La formación práctica es la base de una delegación eficaz.
4. Usa listas de verificación y control de calidad Para tareas clave (como entregas o revisiones), ten listas para que nada se olvide y el estándar de calidad sea constante.
5. Confía, pero revisa al inicio Al principio, acompaña y revisa. Luego, da autonomía poco a poco. El objetivo es que no te necesiten para todo.
Delegar te permite crecer y evitar el agotamiento. Si no confías en tu equipo, fórmalo mejor. Si lo haces bien, podrás enfocarte en lo que solo tú sabes hacer.