Algunos pacientes llegan a consulta acompañados, inseguros, en negación o simplemente «por compromiso». Saber explicarles bien qué les ocurre es clave para ayudarlos a aceptar el diagnóstico y empezar el tratamiento.
1. Escucha primero, sin interrumpir Deja que cuenten su experiencia, aunque minimicen el problema. Escuchar les hace sentir respetados y abre la puerta a la educación.
2. Usa lenguaje sencillo y ejemplos cotidianos Evita tecnicismos. En lugar de decir «pérdida neurosensorial bilateral leve», di «Tu audición se ha reducido y eso hace que te cueste entender cuando hay ruido o varias personas hablando».
3. Usa el audiograma como herramienta visual Explica cómo funciona, muestra en qué frecuencias tiene dificultad, y haz paralelismos con sonidos cotidianos (pájaros, voces femeninas, timbres).
4. Valida sus emociones «Es normal sentirse raro al oír esto por primera vez. Muchos pacientes han pasado por lo mismo». No lo minimices ni presiones.
5. Da esperanza y plan de acción «La buena noticia es que hay solución, y podemos ayudarte a volver a disfrutar de muchas cosas que ahora mismo cuestan. Te lo explico paso a paso».
6. Utiliza la prueba con audifonos demo en la primera visita para que tenga el efecto SORPRESA escuchando mejor.
No se trata de convencer, sino de acompañar. Con claridad, empatía y buen material visual, incluso los más reticentes pueden tomar la mejor decisión.