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En Las Palmas de Gran Canaria León Tosltoy tienen un servicio pésimo. Desde la chica de recepción a la que le encanta decirte que no puede atenderte, al profesional que se da media vuelta y te deja con la palabra en la boca porque no está dispuesto a escuchar tu reclamación, pasando por un teléfono en el que siempre están los operadores ocupados.
Mi pobre madre lleva desde septiembre queriendo ir a que le ajusten el audífono que le «colaron» diciendole que para su edad tendría que pagar unos nuevos, mejores y, como no, el doble de caros. Digo lo de que le colaron porque nunca ha oido mejor, oye exactamente igual de mal que con los anteriores y ha de ir cada cierto tiempo a que se lo ajunsten. Dicen ellos que eso es lo normal. Vamos a creerlos. Lo que pasa es que una vez que has hecho el primo tratan de darte esquinazo sin disimulo. Tenía que ir en septiembre, a mediados, despues de esperar más de un mes. Y al llegar a su tienda el día señalado, se encuentra con que tienen la puerta rota (no hay cerrajeros de urgencias que valga la pena pagar para evitarle trastornos a sus clientes, no) y que pase por otra lateral. Mi madre con 92 años lo que se encuentra es que tiene que subir una escalera: Una persona de 92 años, que no sale a la calle, y a los lumbreras que atienden el negocio no se les ocurre llamarla para explicarle la situación y que escogiera por ejemplo, cambiar la hora. Imagino que no cayeron en la cuenta de que la mayor parte de sus clientes son mayores de 80 años. O simplemente que a las personas mayores las ningunean porque están más indefensas. Qué poca delicadeza, profesionalidad y fidelidad a los clientes ya «cazados». Ese día, tras la inspección del oido le dicen que no pueden ajustarle el audífono porque tiene un tapón de cera y que vuelva otro día sin pedir cita ni nada. Llegado ese día, el señor que le dijo eso no estaba, le atiende otro que le comunica que de ninguna manera se atiende a gente sin cita. Le dan otra para 20 dias más tarde (¿esperando a ver si mientras tanto se le forma otro tapón y no tienen que ajustar lo que no puede ajustarse?). Lo que viene ahora es para no dar crédito pero ha ocurrido así, y voy a decirlo en todos los foros que pueda: Cuando se aproxima la fecha la llaman para decirle que la tienen que posponer por no se qué. Le dan no para el día inmediatamente posterior o cercano como suelen hacer en otras consultas, no, para 14 dias más tarde que se cumplían no sé si hoy o la próxima semana. Y ¿qué ha pasado? Agárrense los machos que ahora viene lo bueno: la llaman ayer y le dicen que le tienen que supender la cita (otra vez!!!) porque el personal tiene una reunión para ese día, que ya le buscarán un hueco. ¿Han visto ustedes una sinvergonzonería semejante alguna vez? Yo no. Que estoy enfadada y hablo con rabia: sí, mucha. Quiero a mi madre y no soporto el abuso de ningún tipo pero menos aún el que se ejerce sobre las personas ancianas.
Son unos sinvergüenzas, no tienen profesionalidad ninguna. La atención al cliente es nefasta y una vez que has pagado si te he visto no me acuerdo. Si fuera una película se llamaría «Coge el dinero y corre»
No se compren un audífono, y si lo compran que no sea en GAES. Probablemente sea más fiable ir a la Optica de barrio de toda la vida donde tu agradable y familiar optometrista te tratará como te mereces.